Empieza a cambiar el tiempo. Los fríos parece que ya han pasado y los días soleados se imponen poco a poco. Comenzamos a quitarnos ropa de abrigo y, como todos los años, los que aparece debajo no nos acaba de gustar. ¡Otra vez nos sobran unos kilitos!
Lo que viene a continuación lo conocemos sobradamente: fuera las comidas pesadas, alimentación más equilibrada, algo de ejercicio y a enfadarnos todos los días con la dichosa báscula.
Lo que viene a continuación lo conocemos sobradamente: fuera las comidas pesadas, alimentación más equilibrada, algo de ejercicio y a enfadarnos todos los días con la dichosa báscula.
Sin dejar de lado ninguna de estas soluciones, este año podemos contribuir a alcanzar la figura deseada con unos pequeños consejos que no nos supondrán mucho esfuerzo y que, encima, nos servirán para ahorrar unos euros y contribuir a la conservación del medio ambiente.
Partimos de la base de que las calorías ingeridas cada día, según indicaciones de los especialistas y dependiendo de la actividad física que realicemos, oscila entre las 2.000 y las 2.500.
Supongamos que salimos de casa una media de cuatro veces al día. Vamos a cambiar de hábitos: en vez de apretar el botón del ascensor, bajemos las escaleras a pie y, al volver, no utilicemos tampoco el elevador. Los resultados, suponiendo que tardamos un par de minutos en efectuar el recorrido, son los siguientes: al bajar, 8 minutos por 7 calorías el minuto igual a 56 calorías; al subir, 8 minutos por 13 calorías el minuto igual a 104 calorías. En total, 160 calorías diarias. O lo que es lo mismo, el 7% del total ingerido diario. Si lo contamos mensualmente, habremos consumido cerca de 5.000 calorías ¡un par de días de consumo de calorías!
¿Y el ahorro energético? Un ascensor gasta cada minuto de funcionamiento lo que 4 bombillas de 60 vatios durante una hora. Con el recorrido antes indicado, tendremos funcionando el ascensor unos ocho minutos al día (el ascensor no nos está esperando a la puerta de nuestra casa, la mitad del recorrido lo hace de vacío), o sea, dos kilovatios diarios, unos 40 céntimos de euro (contando impuestos) o 12 euros mensuales. De acuerdo, la electricidad que consume el ascensor la paga la comunidad de vecinos, pero ¿quién paga a la comunidad? Si todos los vecinos hiciesen lo mismo...
Salimos a la calle. Diferentes estudios demuestran que más de la mitad de los habitantes de una ciudad realizan trayectos de unos tres o, como máximo, cinco kilómetros, para acudir a sus trabajos, ir al ambulatorio, realizar compras o visitar a familiares, por poner unos ejemplos.
Para realizarlos, si utilizamos el coche tardaremos de media unos 20 ó 25 minutos. No lo podremos hacer por menos, ya que tendremos que ir a por el coche aparcado a dos calles de nuestra casa, tragarnos una docena de semáforos en rojo y, lo peor de todo, buscar aparcamiento en el lugar de destino. Si realizamos dos veces al día ese trayecto (12 kilómetros) y suponiendo que nos gastamos unos 20 céntimos de euro por kilómetro (no hay que contar sólo el consumo de gasolina), al final de la jornada nos habremos gastado unos dos euros y medio, unos 60 al mes (descontando los festivos) y 750 al año. Todo esto sin contar lo que nos puede costar el parking en el caso de que no tengamos más remedio que utilizarlo (sobre 1,5 euros la hora) o aun peor, las multas por aparcar en sitio prohibido.
Supongamos ahora que realizamos esos desplazamientos caminando. Tardaremos algo más, entre 30 y 40 minutos, pero ganaremos en tranquilidad y nuestro físico lo notará: en cada viaje consumiremos 150 calorías (sin caminar muy deprisa) o 600 diarias. ¡Más de 13.000 al mes! El equivalente a 5 días de comida.
Y en el caso de que no podamos perder tiempo, ¿has pensado en utilizar la bicicleta o los patines? Con la bicicleta tardaremos incluso menos que con el coche y, si hacemos los cuatro trayectos con ella, consumiremos unas 300 calorías diarias. Y el coste continuará siendo prácticamente cero. Con los patines, quemaremos hasta el doble de calorías que con la bici.
Prueba, porque si lo encuentras llevadero, puedes hasta empezar a pensar en vender ese segundo coche familiar que utilizas para pequeños desplazamientos y, en ese caso, el ahorro se dispara. Incluso cogiendo alguna vez un taxi.
Vale, estoy de acuerdo contigo. No siempre podremos no coger el ascensor o el coche. Pero sólo con que lo hagamos la mitad de las veces lograremos ahorrar cerca de 500 euros y quemar el equivalente a las calorías ingeridas durante un mes y medio.
No está nada mal. ¡Si hasta podremos ahorrarnos la cuota de ese gimnasio al que nos cuesta Dios y ayuda acudir dos veces por semana!
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