¿Perteneces a ese 55% de hogares que tienen dos o más coches? Si es así, piensa esta pregunta ¿realmente le sacas partido a ese segundo vehículo?
Ha salido a la luz un estudio que demuestra que más de la mitad de los hogares que poseen dos coches ahorrarían una buena cantidad vendiendo uno de ellos, porque, realmente, no se utiliza lo suficiente para que sea rentable. Más bien, todo lo contrario.
En el estudio se demuestra que más de la mitad de esos “segundos vehículos” apenas efectúan recorridos diarios de siete u ocho kilómetros y no todos los días. Es decir, difícilmente llegan a recorrer 3.000 kilómetros al año.
En el estudio se demuestra que más de la mitad de esos “segundos vehículos” apenas efectúan recorridos diarios de siete u ocho kilómetros y no todos los días. Es decir, difícilmente llegan a recorrer 3.000 kilómetros al año.
De acuerdo en que a veces, ese segundo coche parece que resulta imprescindible. Todos hemos tenido que llevar a los niños al colegio en un día de lluvia o hemos tenido que cargar una compra voluminosa y pesada o hemos tenido un dolor de pierna que nos imposibilitaba el caminar los dos kilómetros que nos separan de nuestro trabajo.
Pero, ¿sabes lo que cuesta esa “comodidad”? Hagamos unos sencillos números partiendo de la base que ese segundo coche es entre pequeño y mediano:
Seguro: 350 euros. Impuesto de matriculación: 150 euros. Carburante: 270 euros. Otros (pequeñas reparaciones, ITV, cambios aceite, neumáticos, etc.): 400 euros. Total 1.170 euros. Pero, ¡ojo! la cosa no termina ahí. Un coche pierde valor todos los años y si pensamos que nuevo puede valer unos 15.000 euros y tiene una duración media de unos diez años, la amortización es de 1.500 euros anuales.
Todas estas cifras, como podéis comprobar, son aproximadas. Si el coche os dura más de diez años en buenas condiciones, ¡enhorabuena!, el coste de la amortización será menor.
Seguro: 350 euros. Impuesto de matriculación: 150 euros. Carburante: 270 euros. Otros (pequeñas reparaciones, ITV, cambios aceite, neumáticos, etc.): 400 euros. Total 1.170 euros. Pero, ¡ojo! la cosa no termina ahí. Un coche pierde valor todos los años y si pensamos que nuevo puede valer unos 15.000 euros y tiene una duración media de unos diez años, la amortización es de 1.500 euros anuales.
Todas estas cifras, como podéis comprobar, son aproximadas. Si el coche os dura más de diez años en buenas condiciones, ¡enhorabuena!, el coste de la amortización será menor.
No contamos aquí los gastos que se puedan ocasionar si para la compra del coche habéis necesitado pedir un préstamo (lo hacen el 80% de los compradores) o si habéis tenido que alquilar (o comprar) una plaza de garaje. En el caso del alquiler, los 50 euros mensuales no os los quita nadie.
Tampoco contamos los pagos al sistema de la ORA, el dinero que nos gastamos en los parkings públicos o las posibles multas que nos puedan caer.
¿Cuánto nos cuesta el coche al final del año? Pues aproximadamente unos 3.000 euros, es decir, cada kilómetro que recorremos con el coche nos sale a ¡un euro!
¿Todavía pensáis que el segundo vehículo resulta imprescindible?
¿Todavía pensáis que el segundo vehículo resulta imprescindible?
¿Alternativas? Muchas y muy variadas. Ya sabéis lo sano (y barato) que resulta caminar. Tampoco podemos descartar el uso de la bicicleta o de los patines. Pero si estas tres soluciones no son posibles, utilizad el transporte público; normalmente resulta más rápido que el coche particular, aparte de mucho más económico y sin quebraderos de cabeza. Incluso utilizar un taxi siempre que lo necesitemos resulta más barato que tener coche propio.
Y no hemos mencionado en ningún momento la vertiente ecológica del problema. Si evitamos realizar esos 3.000 kilómetros con nuestro vehículo al año, dejaremos de emitir 450 kilos de CO2 a la atmósfera. Que no es poca cosa. Aparte de los residuos que provocamos (aceites, piezas usadas, ruedas), ruidos y malos humos.
Otro día hablaremos de los beneficios para la salud (y para los kilos de más) que reporta el caminar, ir en bicicleta o subir unas escaleras. Resulta asombroso.
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