domingo, 10 de abril de 2011

Consejos para conseguir que la batería de tu móvil dure mucho más



¿Cuántas veces te has quedado sin batería en el móvil cuando estabas a punto de avisar de que ibas a llegar 30 minutos tarde a una cita? ¿Todavía te acuerdas lo mal que te sentó no poder hacerle la foto a tu sobrino cuando tomaba su primera papilla por culpa de la dichosa batería? ¿Y de cuando no pudiste acabar de mandar ese mensaje de felicitación a tu mejor amigo? Las baterías de los móviles (sumémosles también los portátiles, cámaras y demás ingenios) nos suelen jugar esas malas pasadas cuando más los necesitamos.

Milagros en Lourdes, se suele decir, pero desde aquí vamos a daros unos consejos para intentar alargar la batería esos pocos minutos que, a veces, son tan transcendentales.

Lo primero aclarar una falsa creencia. Antiguamente, se recomendaba no recargar la batería hasta que esta se hubiese agotado totalmente. Era el denominado efecto memoria, que hacía que se formasen cristales de níquel en la batería, perdiéndose esa parte de capacidad para siempre. Con las actuales eso no ocurre, pero, aun así, es recomendable alargar la carga lo máximo posible, ya que, aunque no nos lo avisen debidamente, las baterías tienen un número limitado de recargas.


Continuemos con las malas costumbres: dejar enchufada la batería siempre. Normalmente, las baterías de ión-litio cortan el paso de la energía una vez completada la carga, pero, en la mayoría de los casos se produce un recalentamiento que conlleva una bajada en el rendimiento. En los portátiles en concreto, ese sobrecalentamiento provoca que su capacidad para retener energía sea cada vez  menor.

Solemos apagar los móviles cuando nos estamos quedando sin batería. Esto no siempre es lo más correcto. En el momento de volverlo a encender, consumirá mucho más que si se hubiese quedado en espera. 

¡Cuidado con las funciones que incorporan los smartphones!  Si las tenemos todas funcionando al mismo tiempo ya nos podemos ir despidiendo de la batería. Por eso, cuando estemos en casa (si disponemos de una red Wi-Fi) deberemos desconectar la conexión 3G; en la calle haremos justamente lo contrario. Y si no vamos a conectarnos a Internet lo mejor es desactivar las dos funciones. El Bluetooth también es un devorador de batería, así que es mejor no activarlo a menos que sea necesario. Y lo mismo ocurre con los videojuegos: cuantos más recursos utiliza el sistema, más batería consume.

A todos nos gusta que nuestra pantalla reluzca sobre todas las demás, pero piensa que cuanto más brillo tenga la pantalla, más batería consume.

Bloquea el móvil para evitar que se active sólo y actualiza siempre que puedas el software del aparato ya que siempre suelen mejorar su rendimiento y, a mejor rendimiento, menor consumo. Instala, si es posible, un regulador del consumo de energía (sobre todo en portátiles).


Por supuesto, escuchar música a través de unos auriculares consume mucho menos que si lo hacemos con los altavoces incorporados y, en las cámaras de fotos o vídeo, es preferible apagar la pantalla siempre que no vayamos a usarla durante un tiempo, aunque sea corto.

Por último, una curiosidad. Comparando el tiempo de funcionamiento, cuanto más usemos nuestros aparatos, más durará la batería. Esto es debido a que los electrones de la batería deben estar en movimiento. Por lo tanto, si dejamos de usar el dispositivo, favoreceremos su "estancamiento" y la batería será menos eficiente. 

Y, por supuesto, cuando la batería diga adiós, ¡al punto verde más cercano para su reciclaje!



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