lunes, 27 de octubre de 2008

Ahorra con la calefacción


¡Ya ha llegado el frío! Este año se nos ha adelantado a finales de octubre y nos ha pillado a todos con la guardia baja. Ya sabéis: a buscar deprisa la ropa de invierno, a comprar en las tiendas la ropa que nos haga falta (aunque este año, con la crisis, no sé), a cambiar la ropa de cama y a enchufar la calefacción antes de que nos quedemos helados en casa.

Pero con respecto a esto último, tenemos que ir con cuidado ya que la cosa no está para derrochar energía. Para evitar gastos, lo primero que hay que hacer es mentalizarnos de que en invierno no se puede ir por casa con manga corta. Guardémosla hasta que llegue la primavera y mientras tanto abriguémonos. Y lo segundo es poner en condiciones los aparatos calefactores. Si una caldera o una estufa funciona mal, vale la pena que la revisen los servicios técnicos. Antes de acabar el invierno ya habremos amortizado el coste de la reparación en el recibo de la luz o del gas.


Aparte de estas dos cuestiones, otros consejos para ahorrar energía pueden ser:
- Tenemos que ventilar la casa, pero con diez minutos suele bastar. No seamos como nuestras abuelas que tenían abiertas las ventanas hasta que se hacía de noche. La calefacción la enchufaremos una vez cerradas las ventanas o balcones.
- Por la noche lo mejor es apagar la calefacción. Piensa que para dormir es suficiente con que la temperatura de la habitación esté alrededor de los 17º. Bueno, los niños y ancianos, un par de grados más.
- La temperatura ideal en una casa (si no vamos con ropa de verano, claro) es de entre 20 y 22 grados. Cada grado de más supone un 5% de consumo extra. De todos modos, piensa que una excesiva temperatura en el hogar en invierno es perjudicial para la salud.
- Instala burletes y adhesivos en puertas y ventanas. El ahorro se puede acercar al 10%. Asimismo, si haces reformas en alguna habitación piénsate el instalar ventanas con doble acristalamiento al igual que algún aislante en techos y paredes. También en verano lo agradecerás.


- Lo ideal es instalar termostatos. Se puede hacer para toda la casa o para cada habitación en particular. No todas las estancias de la casa tienen que estar a la misma temperatura. Así, mientras el salón debe tener unos 20º, las habitaciones deben estar a 17º y los cuartos de aseo a unos 23º. En las casas con más de una altura este efecto es aun mayor: como el calor sube, en la planta baja te hielas mientras arriba sudas. Por eso es conveniente que existan varios termostatos en la casa que manden sobre los radiadores.
- Si tienes alguna habitación vacía cierra la puerta y apaga el radiador. Si lo dejas en marcha es como si se tirase el dinero.
- Por último, que no se nos olvide desconectar la calefacción si vamos a estar fuera de casa más de un día. Aparte de por ahorrar, es por la seguridad de que no esté nada encendido si nosotros no estamos en casa.


Con estos consejos, se puede llegar a ahorrar un 30% en el recibo del gas o electricidad sin necesidad de pasar frío dentro de casa. El medio ambiente lo agradecerá... y nuestros bolsillos también.

No hay comentarios: