martes, 4 de marzo de 2008

¿Y DONDE TIRO YO ESTO?


Los residuos que generamos diariamente son uno de los grandes problemas a los que se enfrentan las sociedades modernas.
Habréis oido hablar de las “tres erres” de los residuos: reutilizar, reducir y reciclar. Es muy importante que desde el hogar sigamos esta norma.

Sin embargo, el primer paso que debemos dar es mucho antes; a la hora de hacer la compra nos tendríamos que plantear si verdaderamente nos hace falta lo que vamos a adquirir. Ya sabéis lo que pasa normalmente, nos entra algo por los ojos y nos lo llevamos a casa; una vez allí y al cabo de unos días nos damos cuenta de que hemos metido la pata y arrinconamos la compra. Es el primer paso antes de que acabe en el cubo de la basura. Así que si no estamos seguras, nos lo pensamos y si no lo compramos, eso que ahorramos al medio ambiente y a nuestros bolsillos.

El artículo ya ha gozado de su vida útil y va a acabar a la basura. ¡Un momento! ¿Se le puede dar una segunda oportunidad y que nos aproveche para alguna otra cosa? ¿Si? Pues fenomenal, estamos cumpliendo la primera de las “tres erres”: reutilizar.

Esto ya no sirve para nada más. Entonces a la basura, no sin antes haber reducido su volumen al máximo. ¿No os da rabia cuando llegáis al contenedor y veis que algún vecino ha dejado varias cajas de cartón en el suelo sin ni siquiera doblarlas? No se dan cuenta de que esas cajas bien dobladas ocuparían una décima parte de lo que ocupan enteras. Después, el transporte de esos residuos también contamina. Cuantos más viajes hagan los camiones, peor.
Y lo mismo que con las cajas pasa con otras muchas cosas. Os aconsejo una pequeña prensa que chafa completamente los botes de refrescos, ¡la de viajes al contenedor que me he ahorrado!

Si ya hemos hecho todo lo anterior, el siguiente paso es tirarlo. Pero cuidado: es fundamental depositarlo en el contenedor adecuado para que pueda ser reciclado y reincorporado así al ciclo productivo para ahorrar recursos. Ahora bien, ¿acertaremos con el cubo adecuado? Vamos a intentar dar unos consejos para elegir bien.

CONTENEDOR AZUL DE PAPEL

Podemos tirar: Papel, cuadernos (sin gusanillo), folios, cartón, periódicos, revistas, los dichosos folletos publicitarios, hueveras de cartón, cajas de zapatos (dobladas, por favor)…
Mejor no tirar aquí: Papel de cocina manchado de aceite, tetrabricks, papel de aluminio, papel plastificado, etiquetas adhesivas, papel parafinado y cualquier papel al que no le hayamos quitado grapas o plásticos.

Pensad que por cada cien kilos de papel que depositemos en el contenedor azul, habremos salvado un árbol.

IGLU VERDE

Tiraremos: botellas de vidrio, botes de cristal (sin la tapa de plástico), envases de perfume (sólo el vidrio), frascos…
No debemos tirar: espejos, bombillas, cerámica, vidrio armado, tarros de medicamentos, tapones y tapas de los envases…

El 100% del vidrio depositado en los contenedores se recicla. Por tanto, conseguimos el ahorro del agua, la energía y la arena que se utilizan en su fabricación.


(seguiremos)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pienso que deberían encargarse de quitarles el gusanillo a los cuadernos, porque yo lo he intentado es imposible... con la de parados que hay en el país!!!!!!!

Estela Durán dijo...

Tengo entendido que la primera "R" es Reducir (reducir la generación de envases o reducir el consumo de envases innecesarios), la segunda "R" es reutilizar (aquel envase que hemos consumido por necesidad, darle una segunda oportunidad antes de que vaya a parar al contenedor) y la tercera "R" es reciclar (aunque no seamos nosotros mismos quienes los reciclemos), ¿no es así?.
Yo añadiría un cuarta "R" de RECUPERAR, recuperar viejas costumbres de no gastar tantos envases, es decir, comprar cosas sin envasar o sobre-envasar!
Además hay otras muchas "R" de las que podríamos hablar...
Saludos!