Es lo que tienen los yanquis, no esperan a que los gobiernos les resuelvan los problemas, ellos como ciudadanos asumen responsabilidades e iniciativas.
Eso es lo que ha hecho Kimberly Danek Pinkson. Después del nacimiento de su hijo, empezó a compartir sus conocimientos medioambientales con otras mujeres como ella. Pronto se dio cuenta que las demás madres se interesaban por esos temas y empezaban a preguntar que más podían hacer para colaborar con la conservación del planeta.
Ella comenzó a imaginar qué pasaría si todas las madres empezaban a realizar pequeños cambios en su casa y se dio cuenta de que, poco a poco, podían cambiar el mundo.
Ha fundado un movimiento ecologista, el EcoMom Alliance, y se reúnen habitualmente para hablar de temas relacionados con la ecología casera. Ya son más de mil y creciendo.
Es lo que dice Kimberly: “Sólo en EEUU hay más de 82 millones de madres y juntas representamos una fuerza muy poderosa para cambios positivos”
Eso es lo que ha hecho Kimberly Danek Pinkson. Después del nacimiento de su hijo, empezó a compartir sus conocimientos medioambientales con otras mujeres como ella. Pronto se dio cuenta que las demás madres se interesaban por esos temas y empezaban a preguntar que más podían hacer para colaborar con la conservación del planeta.
Ella comenzó a imaginar qué pasaría si todas las madres empezaban a realizar pequeños cambios en su casa y se dio cuenta de que, poco a poco, podían cambiar el mundo.
Ha fundado un movimiento ecologista, el EcoMom Alliance, y se reúnen habitualmente para hablar de temas relacionados con la ecología casera. Ya son más de mil y creciendo.
Es lo que dice Kimberly: “Sólo en EEUU hay más de 82 millones de madres y juntas representamos una fuerza muy poderosa para cambios positivos”
Como era de suponer, ya han surgido las primeras críticas. Las tachan de sexistas porque, según dicen, el nombre hace presuponer que todas las tareas del hogar tienen que recaer sobre las mujeres. Siempre tiene que haber gente así. Sólo se fijan en las formas más superficiales y hacen caso omiso de la verdadera filosofía de la acción. Lo importante es que la concienciación ecológica entre en todos los hogares. Por supuesto que existen casas donde el ama de casa es el marido y otras, espero que las que más, donde las tareas del hogar están compartidas. Pero, como decía aquel dicho, si educas a un niño estás educando a un ciudadano, si educas a una niña, estás educando a toda una comunidad.
Mientras tanto, Kimberly continúa con su labor. Divide los objetivos del movimiento en dos: por una parte reforzar el poder de las madres para ayudar a reducir el cambio climático y por otra inspirar a otras madres para dar los primeros pasos hacia un futuro más sostenible.
EcoMom Alliance ya ha dado sus primeros diez consejos para ayudar a las madres primerizas, no se los pierdan: cambiar las bombillas de casa, conducir de forma más eficiente, comprar productos locales y biológicos, no utilizar productos tóxicos para limpiar, seguir las 3 erres con los residuos (reducir, reutilizar y reciclar), apagar y desenchufar los aparatos electrónicos, ahorrar energía con la colada, plantar un árbol (en algunas casas vale con un par de plantas, que no todos vivimos en una mansión) para compensar las emisiones de CO2 y jugar más con los niños.
No os olvideis nunca de este último punto.
Desde este blog vamos a intentar imitar a estas amas de casa norteamericanas. Pondremos nuestro granito de arena. Buscaremos consejos, aceptaremos muy gustosos vuestras sugerencias y no pararemos hasta conseguir entre todos que este mundo sea un poco mejor.
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