Después del periodo navideño, continuamos con nuestro objetivo. Espero que alguno de los consejos publicados hasta ahora hayan sido de provecho.
Hoy intentaremos ahorrar en las ocasiones en que tenemos que comer fuera de casa.
Es obvio que comiendo en casa se gasta mucho menos dinero, pero en muchas ocasiones, no hay más remedio que consumir cosas “por ahí”. Vamos con algunos consejos para que la broma no nos desequilibre el presupuesto:
- Evita una consumición diaria en el bar. Da igual lo que sea: una caña, un café, una copa… Piensa que el precio de un café se multiplica por 20 al tomarlo en un bar en vez de hacerlo en casa. (50 euros)
- Estamos en crisis: olvídate por un tiempo de mariscos, tapas de jamón y botellas de buen vino. Con el menú del día… sobra, incluso sábados y domingos si el restaurante lo permite. (50 euros)
- El desayuno es la comida más importante del día. Intenta levantarte un poco más temprano y dedícale su tiempo a hacerlo en casa. Fin a los bollos de la máquina del trabajo; compra las galletas en el “súper”. (25 euros)
- No te dé vergüenza llevarte alguna vez el “tuper” al trabajo y si es todos los días… mejor. (50 euros)
- La famosa cena del sábado con los amigos también se puede hacer alguna vez en casa de alguno de ellos. Cada uno puede aportar algo y el presupuesto se aligera. (50 euros)
- Cuando vayas de copas olvídate de las marcas de renombre. Con la tercera copa el paladar se resiente y ya no distingue si el whisky es de 15 años o de 244. Cuidado con las invitaciones generalizadas (en momentos de euforia) a medio pub. Al día siguiente te arrepentirás. (20 euros)
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