Casi sin darnos
cuenta ya tenemos a la vuelta de la esquina la Navidad y con ella las
numerosas comidas y cenas familiares y entre amigos. Entrañables, abundantes y…
carísimas. Como la economía no está para tirar cohetes precisamente, os dejo
unos consejos para que nuestros maltrechos bolsillos no sufran excesivamente
por estas fechas.
Ante todo,
planificar. Siempre pensamos el menú a última hora y, con las prisas, acabamos
preparando lo de siempre, lo que sabemos que gustará a todos pero que no se
distingue por ser económico. Aun estamos a tiempo de buscar en Internet recetas
originales, con una buena presentación y que no utilicen ingredientes
prohibitivos. Hay muchísimos blogs de cocina en la red, pero barriendo para
casa, os recomiendo que le echéis un vistazo a Las recetas de Mauser y a
Aperitivos y entrantes.
Y si, a pesar de
todo, os decidís por el típico marisco, cordero y demás joyas de la cocina
navideña, cuanto antes lo compréis, mejor. Pensad que algunos alimentos llegan
a duplicar su precio unos días antes de la Navidad. Se compra, se congela
y listos. También hay que comprar con tiempo las bebidas: vino, licores, cava,
cervezas, etc.
Buceando por
Internet he encontrado una entrevista realizada al gran cocinero Martín
Berasategui. Sus consejos para ahorrar unos euros estas navidades no son nada
desdeñables. Ahí van:
"La gente tiene que mirar su economía y planificar los
menús. Se pueden hacer grandes menús en casa, a partir de una olla a presión.
Por ejemplo, unas carrilleras de vaca con ingredientes de invierno como berzas
y patatas: le echas un refrito de aceite y ajos, lo tienes hora y media y vas a
tener una carrillera perfecta, donde la patata y la berza te han hecho de
esponja de los jugos. Machacas la patata y la berza, la pones de base y colocas
la carrillera encima. De acompañamiento para este plato, una brandada de
bacalao o una crema de calabaza, que están en temporada”.
“Otra sugerencia es un carré (una cabeza de cerdo), bien
barata; que la deshuese el carnicero, la marcas durante doce o catorce minutos,
pones el horno a setenta grados, la tienes durante cincuenta minutos y cada
diez minutos le das la vuelta. A la hora de servirlo, esa cabeza la pones en
una tabla y la cortas delante de los invitados, acompañada por ejemplo con unas
manzanas al horno con piña. Eso es impresionante, se lo enseño a mis alumnos y
alucinan, y cuesta dos pesetas".
“Hay que buscar ingredientes alternativos: si estás acostumbrado
a comer kokotxas de merluza, pues compra de bacalao y les pones berberechos y
cebollino en vez de perejil. Te va a salir una cazuela impresionante".
También insiste este gran cocinero en que hay que saber usar
correctamente el horno: ni mucha temperatura ni excesivo tiempo; estropean los alimentos y tampoco es
cuestión de derrochar la energía por mucha Navidad que sea. Y lo mismo
podríamos decir del microondas, de la nevera eternamente abierta, de las luces de
la cocina siempre encendidas…
Y por si tenéis curiosidad, Martín Berasategui va preparar
estas Navidades una cena para 260 personas en el hotel Dómine de Bilbao. Anotad
el menú: ensalada de perdiz escabechada, crema de calabaza con salteado de
vieiras, bogavante, solomillo asado y un bizcocho borracho. Apetitoso, ¿verdad?
Lo malo es que cuesta 260 euros aunque, eso si, da derecho a un cotillón
posterior.