Bueno, es una pregunta de Perogrullo, pero, ¿sabéis que ocurre cuando tiramos el aceite sobrante de la sartén o la freidora por el fregadero? Efectivamente, destrozamos las cañerías y contaminamos más agua de la que podamos imaginar. Concretamente, por cada litro de aceite que echamos por el desagüe, se contamina un millón de litros de agua. Como se calcula que anualmente se usan 97 millones de litros de aceite para fritura en España, se pueden contaminar ¡97 billones de litros de agua! desde nuestras casas.
Celia y Cecilia, nuestras dos protagonistas, no son ingenieras, ni químicas ni físicas, “sólo” son dos amas de casa, como tú o como yo, preocupadas por el medio ambiente, que se dieron cuenta del gran problema ecológico que causamos desde nuestras cocinas. Como, ante todo, son dos mujeres curiosas y pertinaces, han peleado durante más de un año para conseguir una solución a este gran problema.
Desde la cocina de la segunda de ellas, la de Cecilia, han estado investigando hasta encontrar una solución: observaron que había grasas vegetales que eran sólidas a temperatura ambiente, como la margarina. ¿Por qué no conseguir que los residuos de nuestras sartenes se solidificaran? De esa forma sería mucho más sencillo eliminarlos.
Y dicho y hecho: han conseguido, a base de otras grasas saturadas, unas escamas que, distribuidas sobre el aceite de cocina recién usado, consiguen que éste se solidifique en una especie de flan duro. El aceite, ya sólido, arrastra los residuos que deja la freidora o los que quedan en la sartén, con lo que su limpieza es más cómoda.
Una vez “elaborado” el “flan de aceite” (que, por supuesto, no es comestible) se puede reciclar en un punto limpio para poder fabricar biocarburantes, se puede usar para hacer jabón (como ya escribimos desde aquí) o, como mal menor, tirarlo a la basura, ya que una vez en el vertedero, se termina biodegradando mezclado con el resto de residuos. ¡Más vale eso que tirarlo por la cañería!
Ahora, la preocupación de nuestras dos amigas, es poderlo comercializar porque, de momento, ellas se lo hacen todo, desde elaborarlo hasta venderlo a las grandes superficies. Según ellas, de momento el mercado está reaccionando muy bien. En apenas un mes de comercialización han conseguido que muchos comercios les abran las puertas.
Fijaos bien durante los próximos meses cuando vayáis al supermercado. Su artículo, que ellas han bautizado como “fritolimpio” lo podréis encontrar a un precio que rondará los dos euros. Un precio muy económico si tenemos en cuenta el beneficio que lograremos en relación con nuestro querido medio ambiente.
Somos muchas, millones, las personas que desde nuestras casas nos preocupamos porque esta planeta sea habitable para los hijos de nuestros hijos. Celia y Cecilia son dos buenos ejemplos. Y si encima se pueden ganar la vida con ello… ¡qué más se puede pedir!
1 comentario:
lo siento, pero llegue aquí por una amiga y no me puedo creer lo que leo ¿les importaría revisar sus cifras? es que con 1 millón de litros de agua por litro de aceite, nos quedamos sin agua en el mar.
solo con ese aceite que dicen da para inundar España con agua contaminada a 1,9 metros de altura solo en 1 año.
no hace tanto que se recicla aceite pero si que durante demasiado tiempo se estuvo vertiendo sin control así que según mis cálculos, con esas cifras,hyper el océano debería contar ya con dos buenos palmos de aceite flotando
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